miércoles, 28 de noviembre de 2012

“Fraga me censuró más que Franco, pero no tuvo cojones de tocarme ni de meterme en la cárcel”


Manuel Gerena derrocha sinceridad y continúa sin callarse las injusticias de este mundo. Arrastrado por los vientos del pueblo, elevó su voz prohibida contra el franquismo y hoy reivindica un reparto más equitativo y justo entre los artistas flamencos de las ayudas de la Consejería de Cultura. Mantiene la cabeza alta, como su puño, y recuerda las cortapisas del régimen franquista por su cante protesta. Presume de tener 6 libros de poemas escritos, 34 discos grabados y 3.000 conciertos “en el pellejo”. Amigo íntimo de Rafael Alberti, el cantautor flamenco continúa haciendo nueva al son del viejo cante.

 - ¿Siguen vigentes las protestas que realizaba hace cuarenta años?

Desgraciadamente sí. Cualquier disco mío antiguo que peleó con el pecho descubierto contra Franco continúa vigente porque ya no está el caudillo, pero son temas que siguen sonando contra los miles de caciques que hay en cada rincón de nuestro país que abusan de su poder desde su silloncillo y juegan con ese gran desigualdad que teníamos en la época de Franco.

- ¿Quién ha puesto más trabas a su cante?

Curiosamente estando Fraga de ministro del Interior en 1976 me prohibió más que Franco. Me mandó una carta personal a mi casa diciéndome que me iba a devolver el pasaporte y mi mujer me lo llevó a las mazmorras de la Gavidia en Sevilla porque estaba allí detenido durante 72 horas porque había cantado por cojones para miles de personas con un megáfono a las puertas del Teatro Lope de Vega ya que teníamos 10.000 entradas vendidas. No tenían cojones de tocarme y no se atrevían a meterme en la cárcel porque se agolpaba la gente en la puerta de la comisaría. De eso nos valíamos.


                           Gerena, la voz prohibida como dijo Bohórquez

- Su última queja es contra la Agencia del Flamenco porque según usted otorga las ayudas siempre a los mimos, ¿en qué consiste ese manifiesto de la Asociación de Artistas Flamencos?

Es un escrito que hemos elaborado un grupo de amigos que estamos con un gran descontento porque las ayudas siempre se las dan a los mismos. Yo he peleado por otras democracias, no por ésta, en una democracia en la que estamos, lo que precisamente tiene que prevalecer es la igualdad. No ocurre así y hemos hecho un manifiesto que ha firmado muchos artistas y miles de personas que apoyan la causa. La Agencia se ha equivocado totalmente porque se le está cayendo todo este asunto y es una vergüenza que sea a través de un partido llamado de izquierdas.

- ¿Cree que deberían más letras comprometidas en el flamenco y no repetir siempre las mismas? ¿Falta protesta en el cante?

Un compañero tuyo me dijo una vez que la pena más grande es que no hay “nuevos Gerenas”. No porque dijera que yo soy un fenómeno, sino porque lo que toda mi vida he hecho ha sido escribir para cantar y hacer nueva palabra al son del viejo cante. La gente está encasillada en los textos antiguos, que está muy que se haga toda la raíz del cante de ayer para que no se pierda, pero es importante cambiarle la palabra cada vez que se pueda.

- ¿Falta personalidad e innovación en los jóvenes artistas?

La gente joven tendría que dedicarse más a hacer cosas nuevas, pero muchas veces la culpa no la tienen ellos porque en los concursos los obligan a hacer los cantes igual que Tomás Pavón y eso es lo que yo llamo “calcamales”, no se puede calcar. Un artista tiene que cantar con su sentimiento y hacer las cosas de la gente de ayer, pero con su corazón y sello propio porque si no será uno más. Habría que tomar ejemplo de Enrique Morente que evolucionó la música.

- ¿Se ha marginado a los cantautores de la libertad?

Desde la democracia, el Gobierno de España los ha fusilado culturalmente hablando. Eso es otro hecho negativo porque los que hemos llenado campos de fútbol y plazas de toros en pro de libertad a pecho descubierto contra el franquismo, ahora llegan unos señores y se hacen los falsos héroes. Muchísimos les han dado la espalda a los cantautores de la libertad como Lluis Llá, Raymon, Paco Ibáñez, mi amigo Labordeta, Luis Pastor, Elisa Serna o Pablo Guerrero.

- ¿Qué recuerdos conserva de su gran amigo Rafael Alberti?

Nos conocimos en 1970 en París donde vivía Picasso y yo canté allí. Después me invitó a su casa a Roma y me entregó ese poema que me dedicó. Ha estado conmigo en mi pueblo, La Puebla de Cazalla. Hice recitales con él que leía poemas y yo cantaba por el sur de Italia hasta que la Policía italiana me retiró el pasaporte. 

martes, 27 de noviembre de 2012

Norberto Torres: "El cante es lo último que surgió en el flamenco tras el baile y la guitarra"

Rigurosidad y amor por el flamenco. Son dos de las cualidades que definen al investigador Norberto Torres, convencido de que el flamenco es una música en continua evolución y una perfecta simbiosisde culturas. 

-¿Cómo ha sido este arduo proceso de investigación?

-Pues realicé los cursos entre 1992 y 1994 y mi proyecto de tesis inicial era sobre el flamenco y el folklore musical de Almería. Tuve una beca de investigación del IEA y comencé a estudiar los cantes de Levante, pero como estaba implicado más en la guitarra pues reorienté mi proyecto de tesis. 

-¿De dónde procede la guitarra flamenca?

-La tesis demuestra que desde el siglo XVI se puede que hay una guitarra popular andaluza que antecede a la guitarra flamenca. Me he basado en cuatro tipo de fuentes como las periodísticas, musicales, literarias e iconográficas para contrastarlas y seguir el proceso de construcción de la guitarra flamenca. 

-¿Con qué datos significativos se ha encontrado en su investigación que le hayan sorprendido?

-Lo primero es que desde el siglo XVI se puede ya hablar de guitarra popular andaluza con la presencia de una guitarra rasgueada o golpeada como la llamaban entonces. La única publicación del siglo XVI en España se publica en Sevilla, por lo que hay un foco de producción en torno a la guitarra localizado en Andalucía y sobre esta guitarra de acompañamiento. A partir de ahí, vemos una guitarra con función rítmica, que sirve para acompañar y hacer ritmo. 

-¿Qué destaca fundamentalmente en su tesis?

-Pues principalmente, defino el concepto de toque flamenco que es lo caracteriza la guitarra flamenca. Destaco la mano derecha, el uso de instrumento como elemento de percusión, armónico y melódico. He buscado esta guitarra rasgueada y puedo decir que en ningún momento hay una ruptura. 


                                     Norberto Torres con Tomatito. 

-¿Cuál fue la evolución del instrumento desde el siglo XVI hasta lo que entendemos por guitarra flamenca?

-En el siglo XVI y XVII la guitarra popular tenía cuatro cuerdas dobles y pasó a tener cinco dobles, lo que se conocía como guitarra barroca. Tuvo mucha difusión por toda Europa y se le llegó a conocer también como guitarra española, una guitarra rasgueada para acompañar danzas españolas. En el siglo XVIII todas estas danzas se transforman y aparecen formas que ya pueden documentar la cadencia andaluza como el fandango, pero continúa la guitarra rasgueada que seguirá hasta el XIX cuando surge la guitarra flamenca. 

-Por lo tanto, ¿el cante es un hecho posterior a la guitarra?

-El cante es muy posterior, es un fenómeno del siglo XIX. La guitarra está muy relacionada con el baile, una danza muy particular con influencia de América del Sur. Hay un proceso de llegada de elementos culturales a partir del descubrimiento de América queda carácter a la música popular española y, sobre todo, la andaluza. Por eso, es un instrumento rasgueado, de percusión rítmico porque sirve para acompañar a la danza. La guitarra marca el ritmo con los acordes y el guitarrista suele cantar. Pero en la primera mitad del XIX, relacionado con el romanticismo, hay una demanda de los bailes exóticos y hay un canto que aparece que es el oriental y ahí se vislumbran los antecedentes del cante flamenco.

-A partir de ahí surge el cante flamenco, ¿no?

- A partir de la primera mitad del siglo XIX comienza una demanda por este canto a lo oriental, de escuchar a estos cantantes que acompañan al baile y nace un espacio propicio para escuchar el cante como son los cafés cantantes. Ahí la guitarra preflamenca deja de ser acompañante del baile para acompañar al cante y aparece el género flamenco. 

-¿Qué mitos se pueden desmoronar con la publicación de su tesis con respecto a la guitarra?

-El principal mito que se puede romper con la tesis es que está más que demostrado es que el cante es lo último que llega en el flamenco. En la Historia del flamenco surgió una afición por el cante en la mitad del XIX con los cafés cantantes y entonces se focalizó la atención hacia el cante y se piensa que es lo primero y se considera que es secundario. Pero es todo lo contrario, ya que el cante es consecuencia de los bailes documentados desde el siglo XVI con su acompañamiento. 

-En el flamenco, ¿se puede decir que la investigación no ha sido muy rigurosa?

-Ha habido muchas teorías de aficionados, que les gustaban los cantaores y autores como Ricardo Molina y Antonio Mairena han afirmado que lo importante era el cante y lo demás era secundario. Mucha gente ha pensado eso sin tener actitud crítica y puesto que lo decían ellos iba a misa. 

-¿El flamenco ha sido una música de mestizaje desde sus orígenes?

-Efectivamente, este mestizaje comienza fraguarse en el siglo XVI que reúne diferentes culturas y las fusiona. El fenómeno se produce en Andalucía sobre todo y a partir de ahí se va desarrollando, transformando y adaptándose. 

-¿Se puede decir que el flamenco en contra de lo que se piensa es una continua transformación?

-Forma parte de la propia definición del flamenco porque dicen que se acaba, pero no es así porque nace de un sincretismo y es una esponja cultural que digiere muchas influencias y las hace suyas.

jueves, 8 de noviembre de 2012

Toñi Fernández, de la mano del buen cante

Hay empeños que uno hace consigo mismo, cuentas pendientes con tu propio fisco. Y yo tenía una desde hace varios meses: sentarme a escribir unas líneas sobre “Dame la mano”, el primer disco de la cantaora almeriense Toñi Fernández. Por fin he sacado tiempo y aunque con un poco de demora, más vale tarde que nunca si el disco es bueno. Era algo que, aunque ha sido más después que antes, tenía que expresar porque la alegría fue inmensa cuando lo vi en mi buzón y, sobre todo, cuando comenzó a sonar en mi coche. Desde que escuché a Toñi por primera vez, no paré de repetirle a su marido Carlos, “el zapillerito de sus ojos”, que grabara un disco porque estaba convencido, y sigo, de que voces como la suya hay pocas. Fui muy “jartible”, a veces más pesao que un sudafricano con una vuvuzela, pero lo hacía porque me superaban las ganas de escucharla cuando quisiera sin necesidad de esperar a un recital o una reunión de cabales. Afortunadamente, Carlos y Toñi que chanelan de esto mucho más que yo, no me echaron muchas cuentas y lo cocinaron a fuego lento. El resultado ha sido esa perfecta receta flamenca: “Dame la mano”. Esta noche a las diez y media lo presenta en su tierra, en la plaza de la Constitución, la conocida Plaza Vieja, para deleite de sus paisanos. Una pena no estar allí.

Es la ópera prima de esta cantaora gitana de pura cepa que aglutina todas las cualidades para triunfar en el flamenco y sobre todo un poder de transmisión enorme que pellizca el tuétano (y perdónenme este tópico flamenco, pero si hay pellizco, hay que decirlo porque últimamente no es que abunde mucho). Un disco con una soleá que se extiende como una verdolaga con tallos enroscados en los pilares del flamenco, unas alegrías en las que rinde un tributo a Almería como epicentro de su vida y a esos sabios cantes de “El ciego de la playa”, la peña en la que forjó sus primeros compases. Unas alegrías que se bañan en la orilla de El Zapillo y saborean esa sal de la mar almeriense de la que está impregnada el cante de Toñi. Nos ofrece su mano y su corazón por tangos-rumbas e impone la fuerza telúrica de su flamenco por Levante, con unas tarantas en las que se “pelea” con el cante y le gana la partida. Recoge también unos tangos “fresquitos” (como dicen los “entendíos”) de tinte romántico con el genial aliño del piano de Fidel Cordero y la guitarra y buzuki de Riki Rivera.


El segundo hemiciclo del disco comienza como el primero con un compás de doce tiempos, pero en este caso por bulerías en las que se acuerda de algunos maestros del cante como Rosalía de Triana, Tomás Pavón y Juan Talega. Bulerías de puro compás.

Se mete en más “jondura” con una seguiriya dedicada a su hermano Manuel (“El Titi”, canela en rama también), en la que Toñi hace que las campanas lloren con su cante quejumbroso con el que hasta las “pieras” sienten sus fatigas. Flamenco sin artificios, cante sin ambages. El vello como la cabeza de Espinete.

La seguiriya es el preludio de “Eres el verso”, una preciosa bulería compuesta por el guitarrista Jesús Fernández, que atesora un sentido musical de otro planeta. Punza las emociones por malagueñas y cierra el disco como Antonio Mairena ponía el broche de oro a los festivales, por martinetes. Ole de verdad.


                   De los buenos manantiales nacen los buenos ríos:
                                       los Fernández y los "Troníos". 

Todo ello con la colaboración de la guitarra más flamenca, esa sonanta de Diego del Morao, el virtuosismo de Pedro Sierra (productor del disco), o el temple de Jesús del Rosario y Miguel Salado aderezados por la creatividad de Riki Rivera y Jesús Fernández y algunas flamenquísimas letras de “El Pele”, David Palomar o Rosario “La Tremendita”.

Si quieren comprobar la buena salud de la que goza el flamenco escuchen este disco, una auténtica kermés flamenca, una publicación a la que hay que darle no sólo la mano, sino un abrazo.

Y es que si se hunde el firmamento y aunque vengan temporales, existirá el buen flamenco en el eco de Toñi Fernández.